Soy muy consciente del desfase de los puntos de partida de mi pensamiento. Weinsheimer, Ga- damer'. No consiste, evidentemente, en el hecho de un lenguaje correcto. La cosa suscita preguntas. J, s. Lo peculiar de la obra de arte es, precisamente, que nunca se comprende del todo.
Una obra de arte nunca se agota. Ninguna obra de arte nos habla siempre del mismo modo. La con- secuencia es que nuestra respuesta debe ser cada vez distinta. Creo que es un eITor oponer la diversidad inagotable a la identidad irreductible de la obra de arte.
Esto queda claro si se ha de respetar la «verdad» del «arte» en la infinita variedad de sus «expresiones». Watson - M. Watson-Franke, lnterpreting Lije Histories. Rutgers Heideggers Wege. Studien zum Splitwerk, Ges. Se trata de delimitar la conciencia mediante la historia efectual que a todos nos implica.
Aoz, Die Bedeutung poetjscher Rede. Studien :ur neuesten franzosischen Hermeneutik umi Texttheorje, Frankfurt , y Was ist Neostrukturalismus?
Marges de la Philosophie, Paris , Los conceptos que yo empleo en mi contexto quedan redefinidos por su uso. Anmerkungen zu dem Thema He! Ldwith, Stutlgart , Ges Werke lll. Klasse, Abh. Werke VII. Todo lo contrario. Pero tampoco en este caso me resultan convincentes todos los extremos.
En mi trabajo sobre la idea del bien mencionado en p. Philosophische Rundschau 10 Das individuelle Allgemeine. Textstrukturierung und -interpretation nach Schleiermacher, Frankfurt , y Einleitung zu Schleiermacher: Hermeneutik und Kritik Pero en esa pers- pectiva no se hace justicia a Husserl ni a Heidegger. La identidad no desa-. Werke IV. Hace poco W. Frank, Das Sagbare und das Unsagbare. La identidad del yo y la identidad del sentido que se constituye entre los interlocutores no quedan erosionados por eso.
Es una fonua superior de syntheke, dicho en griego. En realidad la lectura es la forma efectiva de todo encuentro con el arte. Boehm ed. Es verdad. Pero hay diferencias sustanciales. Queda abierta a diversas con- creciones imaginativas.
Es preciso comprender al otro, comprenderlo tal como se ha expresado. Otro tanto hay que decir de la lectura. Llamamos lectura al leer comprensivo.
Este, asimismo, tiene que reconstruir y resumir a menudo sus textos para que se comprendan. El sentido de un texto se refiere a aquello que quiere decir. Cada texto encuentra ya su lector antes de que la ciencia acuda en su ayuda. El que intenta despojarse de. Por eso la ciencia moderna tiene su correspondencia me- noS en el concepto griego de ciencia, episteme, que en el concepto de tejne. Dallmayr, Polis and Praxis. Cambridge que se complementan cf.
En Alemania se denomina el problema de la historicidad. La historia es historia de la decadencia l. La historia tiene un sentido propio y positivo. Rohr, Platons Stellung zur Geschichte, en Ges. Pese a todas las restricciones, ese modo de preguntar privilegia el modelo de conocimiento propio de las ciencias naturales. Lo decisivo es que precisamente en este movimiento del destino buscamos el sentido de nuestro ser.
En la finitud,misma indagamos un sentido. Las dimensiones de este problema aparecen extremadas en Alemania,. El conocedor de la historia sabe, por ejemplo, que el homicidio no siempre ha sido un crimen mayor que el robo. Se basa en que tenemos unas vivencias que guardamos en la memoria. Y la vivencia individual es a su vez una parte del todo del decurso vital. Un instante puede ser decisivo para toda una vida. Pero es decisivo en este punto que la totalidad no sea el todo consumado de la historia transcurrida hasta el presente, sino que surja de un centro, desde un significado central.
La historia es siempre ambas cosas a la vez: significado y fuerza. Lo denomina «es- tructura» del tiempo. Esta recep- tividad es justamente la estructura. Tratemos de aclararlo de nuevo con el ejemplo del destino humano. La historia es siempre sentido y realidad a la vez, sentido y fuerza. No hay pa- rada ni retroceso. Tal es la pregunta decisiva. Martin Heidegger dio un nuevo enfoque en Ser y tiempo a la historicidad de la existencia hu- mana.
Hay una historia mundial porque esa existencia temporal del hombre «tiene un mundo». Lo sabemos bien por el estilo de trabajo de los historiadores. Entonces cae en la cuenta de algo. Ellos son, en efecto, los que nos dominan, los que saben todo aquello que nos habla y alecciona en medio de la oscuridad. Pero esto significa que la historia es lo que fuimos y lo que somos. El concepto moderno de ciencia aparece marcado por el desarrollo de la ciencia natural del siglo XVII.
Fue una buena respuesta. Pero lo que viene a sustituirlo no es un insulso relativismo. No es arbitrario ni caprichoso algo que somos nosotros mismos y podemos escuchar del pasado. Ellas corren el peligro de dar por bueno lo que responde a los intereses de estos poderes. Se tienen presentes, por ejemplo, los intereses nacionales a la hora de escribir la historia. Todos saben lo mucho que difieren incluso entre investi- gadores serios si son de diferente nacionalidad.
No pueden evadirse de la responsabilidad derivada de la influencia que ejercen. Por eso la compra no, supone un gran peligro. Pero el saber no se puede llevar a casa en recipientes especiales.
Debe conocer las repercusiones de su obra y responder de ellas. Nadie es tan intolerante como aquel que pretende demostrar que 10 que dice ha de ser la verdad. Pero si se quiere comprender este hecho. Al elaborar esta ciencia, los griegos segregaron el occidente del oriente y le mar- caron su propio camino. La gente dice que es Ulises». La palabra griega que lo designa es apophansis.
Dejar estar lo desocul- tado, hacerlo patente, es el sentido del discurso. El lugar de la verdad es el juicio. Porque su objeto es un ser puramente racional y como tal es modelo de toda ciencia porque se puede repre- sentar en un contexto deductivo cerrado. La figura moderna. Methodos significa «camino para ir en busca de algo». Si la verdad veritas supone la verificabilidad -en una u otra forma-, el criterio que mide el conocimiento no es ya su verdad, sino su certeza.
Precisamente el modo de conocimiento de la ciencia es tal que imposibilita esa instancia. Sin embargo. Esta corriente que de la patria del nominalismo pasa al mundo entero representa un resurgir de las ideas del siglo XVIII. Lo cierto es que esta corriente tropieza. El lenguaje que hablamos y en el que vivimos ocupa un puesto privilegiado.
Todos hemos de aspirar como ideal a la verificabilidad de todos los cono- cimientos dentro de 10 posible. Pero hemos de reconocer que este ideal se a1canza muy pocas veces y que los. No es posible avanzar en el conocimiento sin dejar a trasmano una posible verdad. Pero eso significa que no podemos conocer muchas cosas que son verdaderas porque nos limitan los prejuicios sin saberlo. Nadie ignora el enorme poder y la capacidad impositiva de la moda.
Pero esta palabra resulta tremendamente funesta en ciencia. Yo creo que la respuesta puede ser, en principio: no puede haber un enunciado que sea del todo verdadero. Porque la verdad es el todo.
Toda pregunta es a su vez respuesta. Pero ver las preguntas es poder abrir lo que domina todo nuestro pensar y conocer como una capa cerrada y opaca de prejuicios asimilados. Lo que constituye al investigador como tal es la capacidad de apertura para ver nuevas preguntas y posibilitar nuevas respuestas.
Me parece que eso es una evasiva. El horizonte situacional que constituye la verdad de un enun- ciado implica a la persona a la que se dice algo con el enunciado. Pero es evidente que no basta eso para describir 10 que hacemos realmente.
Lipps, Untersuchungen ZIl einer hermeneutischen Logik. Werke 11, Frank- furt I. Por eso la historia debe escribirse siempre de nuevo, ya que el presente nos define. No se trata en ella de reconstruir, de simultanear lo pasado. El lenguaje posee su propia historicidad.
Cada uno de nosotros tiene su propio lenguaje. El modo de ser de una cosa se nos revela hablando de ella. Cierto que esta expectativa debe rectificarse si el texto lo requiere. Eso sig- nifica reajustar la expectativa y hacer confluir el texto en la unidad de un pensamiento desde otra expectativa de sentido.
Pero esto significa que intentamos hacer valer la objetividad de aquello que dice el otro. Si queremos comprender, trataremos de reforzar sus argumentos. La estructura circular www. El que intenta comprender un texto hace siempre un proyecto, Anticipa un sentido del conjunto una vez que aparece un primer sentido en el texto. Este primer sentido se manifiesta a su vez porque leemos ya el texto con ciertas expectativas sobre un determinado sentido.
Sein und Zeit. El ser y el tiempo. Madrid Por eso la distancia temporal no es algo que deba superarse.
En este punto no es poco. Jauss Ced. Todos conocen la peculiar impotencia de nuestro juicio cuando la distancia de los tiempos no nos ha confiado unos criterios seguros. Nos acercamos a tales creaciones con prejuicios incontrolables que puedan extremar una resonancia que no se ajusta a su verdadero contenido ni a su verdadero significado. Pues lo que incita a comprender, debe manifestarse antes en su alteridad. Hay que. El lenguaje usual nos aclara poco en este punto.
Porque las dos expresiones parecen intenninables. En ambos casos nos encontramos con una espec! Las dos expresiones se refieren a algo indeterminado. Pero entonces se invierte la preeminencia de la persona frente a la cosa. Originariamente es la cosa que se deposita entre las partes litigantes porque hay que dictar sentencia sobre ella y queda pendiente del fallo. Hay que proteger la cosa para que no se apodere de ella una u otra parte.
En este contexto la objetividad significa lo contrario de la parcialidad, es decir, del abuso del derecho para fines particulares. Ambas expresiones, pues, vienen a decir en cierto sentido lo mis- mo, la misma verdad. Pero no es esto todo. En mis comentarios a la conferencia de Heidegger sobre la obra de arte, que aparecieron como folleto publicitario en Werke III.
Mi respuesta es afirmativa. Es el camino del lenguaje. Hay que preguntar ahora, a mi juicio, si el lenguaje no debe ser en definitiva «lenguaje de las cosas» - si que- remos pensar realmente algo- y si no es el lenguaje de las cosas el que pone de manifiesto la correspondencia originaria entre alma y ser, de tal modo que incluso una conciencia finita pueda saber algo de ella. Pero lo que eso comporta suele quedar en la penumbra. Peri hermeneias 4, 16 b 31 s.
En Obras, Madrid Honigswald, Vom Problem des Rhytmus, Leipzig Evidentemente no. El partir de la subjetividad, que el pensamiento posterior considera natural, es totalmente equivocado. Por eso el arte y la historia pierden su propio ser si se interpretan desde la subjetividad de la conciencia. Lo que constituye el sentido de la obra es su logro y no lo simplemente mentado por ella.
Es la palabra adecuada. El concepto, en el sentido que solemos atribuirle, es el verdadero ser. Pero el lenguaje que hablarnos es de tal naturaleza que puede perturbar constantemente nuestro conocimiento.
Nunca hay en este terreno un comienzo desde cero. La experiencia no es prima- riamente sensation. No es el punto de partida de los sentidos y sus datos 10 que en rigor puede llamarse experiencia. La unidad de la palabra es previa a la pluralidad de las palabras o de los lenguajes. Pero eso mismo ocurre con el concepto. Contiene unos presupuestos que no pueden convencer. Un ejemplo puede aclararlo. Tal problema es como una pregunta nunca formulada. En tal caso es evidente que el interrogador sabe aquello que pregunta.
No se trata de imitar a Heidegger. La autoconciencia define a la sustancia autoconsciente frente a todo otro ente. Estar en la palabra es en efecto la manera como hablamos. El poema dice algunas cosas bastante peregrinas sobre ese ente. Por ejemplo, que es redondo como una pelota bien inflada. Identidad y diversidad van juntas siempre e indisolublemente. Una cosa son los conceptos que describen lo.
Den Haag , 23s. Pero son de naturaleza totalmente distinta. Cuando decimos materia, estamos muy lejos de concebir lo que. Eine Studie zur Begriffsbildung in Philosophie umi Wissenschaft. Werke VI. Cuando el lenguaje fracasa, el pensador no puede precisar el sentido de su pensamiento. Pero no es eso todo. Los conceptos artificiales no se convierten por lo general en palabras del lenguaje hablado. El lenguaje suele resistirse a moldes artificiales o a palabras tomadas de lenguas extranjeras, y no los asume en el uso general.
Esas «fracturas» en. En Der aristotelische Protreptikos.. Werke V, Todo esto significa desandar el camino desde la palabra conceptual a la palabra del lenguaje y rehacer el camino desde la palabra del lenguaje a la palabra conceptual. Esto sugiere como palabra complementaria la tejne.
Epinomis c. Focio, Bibl. Dannhauer, Henneneutica sacra sive methodus exponendarum sacrl'. Ebeling, Ev. Eine Untersuchung Kirche 48 ; Hermeneutische Theologie? Se trata de rescatar y renovar su sentido originario encubierto o desfigurado.
Majer, Versuch einer allgemeinen Auslegungskunst , especialmente. Chladenius, Einl. Quintiliano, Institutio oratoria.
Clavis scripturae sacrae ; cf. Rambach, Institutiones hermeneuticae sacrae Schleiermacher filosofo dell'interpretazione. Milano Steinthal, Einl. Esto dio sus frutos en el siglo XX. Misch, B. Groethuysen, E. ROlhacker, Einleitung in die Geisteswissenschaften. Dilthey, Ges. Wach, H. Freyer, E. Rothacker, O. BoHnow y otros. Betti, Zur Grundlegung einer allg. Auslegungslehre : Alig. Fichte Werke, ed.
NF 29 H. Misch, PhiinomenoloRie und Lebensphilosophie El expediente de atribuir al historiador una congenialidad con su objeto, expediente ya utilizado por Schleiermacher, no lleva real- mente lejos.
Schriften VIll. Collingwood, Denken Eine Autobiolvaphie Betti con el «canon de la correspondencia de sentido». Hirsch, Th. Stachel, Die neue Hermeneutik ; E.
Biser, Theologische Sprachtheorie und Hermeneutik ; E. Coreth, Grundfragen der Hermeneutik Frankfurt ; W. Walch a Hermeneutica Juris de C. Eckard Koschaker, Europa umi das romische Recht t Theorje der log. Auslegung des romis "hen Rechts Esto no deja de tener consecuencias para la ciencia del arte.
Los medios se definen por los fines o se abstraen de ellos; y las reglas, de la conducta. Rothacker, Die dogmatische Denkform in den Geisteswiss. Sedlmayr, Kunst und Wahrheit Phiinomenologie des Geistes Hoffmeister s trad.
Fuchs y con G. Apel, Wittgenstein und das probtem des Verstehens: Z. Kirche 63 en Transformationen der Philosophie, Frankfurt , 1, trad. Habermas es un tema debatido"'.
En cierto sentido comparte con ella la universalidad y en cierto sentido la supera incluso en la universalidad. Croce, Collingwood y otros. Perelman y su escuela, por ejemplo". Honigswald: el lenguaje no es un mero «hecho», sino «principio». Dockhom de H. Rhetoric ami Argumentation, M. Johnstone jr. El mundo conocido comunicativamente se nos transmite, traditur, siempre como una totalidad abierta. Eso no es sino experiencial.
PerJDnal Knowledge. Chicago Pero la similitud es parcial. Taylor, lnterpretation und the Scieflces of Man: Rey. Taylor, Erkliirunf?
La- can y P. Albert, Konstruktion und Kritik Lacan, Ecrits Habermas, Hermeneutik und ldeologiekritik El sentido del «comprender» es totalmente diverso en cada caso. Ritter y de su escuela. Ritter, Metaphysik und Politik ; M. Riedel, Zur Rehabilitierung der praktischen Philosophie Gadamer, Theorie. El comprender. Las www. La sagrada Escritura es globalmente ajena a la raz6n. Krtiger, Einsicht und Leidenschaft.
Werke, VII. Su con- cepto del mito es, pues, un concepto simplemente descriptivo. Al movimiento en una. Parece, pues, como si hubiera un acuerdo entre ambos, un comportamiento voluntario del uno y del otro. Cabe afirmar que la mismidad se hace. No se trata, obviamente, de afirmar que cuando. Knoll aparecida en la serie Heildelberger 7, Se trata de que las palabras que encontramos atrapan en cierto modo nuestro pensamiento y 10 integran en unas relaciones que sobrepasan la ins- tantaneidad de ese pensamiento.
En ese juego continuado se juega» la convivencia de los seres humanos. Cuando dos conversan, hablan el mismo lenguaje. Ellos no saben que mientras hablan siguen conjugando este lenguaje.
El acuerdo se produce en el contraste entre discurso y discurso, pero sin detenerse. Creo que cabe apliCa! Entonces no se limita a decir su palabra, siempre la misma, en una rigidez inerte, sino que da nuevas respuestas al que le pregunta y formula nuevas preguntas al que le contesta.
La inter- www. Se produce en la Biblia misma. No comprendemos por nosotros mismos. Es siempre un pasado el que nos hace decir: he comprendido. El concepto de instante pertenece a este contexto. La continuidad de la historia remite al enigma del tiempo que fluye.
Porque incluso el ahora ya no es-thora en el momento en que lo identifico como ahora. Yo creo que el concepto de continuidad de la historia viene a reflejar el mismo problema.
La continuidad de la historia investigada en la pregunta por el ser de la historia culmina en el hecho de que, pese a la transitoriedad, el pasar implica a la vez un llegar a ser. Se da, pues, una cierta discontinuidad en el acontecer. Conocemos una discontinuidad en el acontecer a modo de experiencia epocaP. Se da una cierta experiencia originaria de un corte epocal. Ha ocurrido algo que nadie puede olvidar y por eso el lenguaje puede considerar el suceso como un sujeto activo y decir: ese acontecimiento no olvida.
Se da algo que permanece en la conciencia del ser humano, que tantas cosas olvida. Hay, a mi juicio. Es evidente que nunca podemos saber con certeza si un aconte- cimiento posee realmente una importancia epocal.
Voy a exponer tres formas de tales experiencias epocales. La primera es la experiencia de la edad. Es algo que, a mi juicio, todos percibimos inmediatamente como discontinuidad. Es obvio comparar esta novedad con la experiencia griega de la historia.
Lo que existe propiamente son las verdades permanentes de la convivencia humana, el orden moral, el orden estatal, el orden de las naciones y cosas similares.
Lo que H61derlin quiere significarnos a todos es que lo antiguo, es decir, un modo de afrontar lo antiguo, forma parte de la realidad de lo nuevo que llega. No retenemos como ver- dadero, como significativo, todo lo que sucede. Eso que revela es verdad. Seguimos estando siempre en medio de la historia. Y significo de otro lado que nos incumbe formar siempre en nosotros una conciencia de esa efectualidad Me refiero con esto a cosas muy simples y nada misteriosas.
Dentro de este contexto ni el uno dice siempre 10 mismo ni el otro siempre lo suyo, sino que uno oye a otro y, por haberle escuchado, responde de distinto modo que si el otro no hubiera preguntado o hablado.
Precisamente esta estructura en virtud de la cual uno responde de otro modo porque es www. No se trata de una certeza incuestionada, sino que es 'pOr el contrario una tarea impuesta siempre a la conciencia experiencial humana. Este es, en efecto, el modo de pertenencia del pasado a la existencia humana.
Gracias a que el pas. Se trata de un texto de un profundo contenido. Puede pensar y puede hablar. Es verdad que podemos conocer en el espejo del lenguaje las cosmovisiones de los pueblos e incluso la estructura concreta de su cultura - recordemos el conocimiento del www.
Porque la esencia del lenguaje implica una inconsciencia realmente abismal del mismo. El pensamiento sobre el lenguaje queda siempre involucrado en el lenguaje mismo.
El lenguaje no es un medio ni una herramienta. El co- nocimiento de nosotros mismos y del mundo implica siempre el len- www. Crecemos, vamos conociendo el mundo, vamos conociendo a las personas y en definitiva a nosotros mismos a medida que aprendemos a hablar. No es este punto concreto como tal el que se distingue de todos los otros por su misteriosa capacidad de expresar lo general.
Ese punto es como todos los otros. Es cierto sin embargo que alguna vez se produce el conocimiento de lo general. Desde luego, no por detenerse el primer soldado, o el segundo, o el tercero. Y, sin embargo, indudablemente ha ocurrido. En este sentido el lenguaje es la ver- dadera huella de nuestra finitud. Carta a Schubart del Schlcgel Nene esto particularmente conspicuo. Schclling, Pbilosopbie der Ktmst, en Werke V, Schelling apela a la forma.
Esta era la idea por la que se guiaba Creuzer El exceso embargo tan general y lleno de sentido como el concepto» Pues la unidad de Aesthetik I, s Werke X, 1. La verdadera historia sagrada y mun dana seria el tema preferido de los grandes maestros V, La puede caracterizar, sin embargo, por su referencia privativa al concepto. Vischer, Kritische Gatige: Das Symbol. Vischer und das Problem der nachhegelschen A. Pero desde el momento en que Schiller proclama el arte como cultural interesada por el arte4.
Pues, como ya vimos, Kant parte siempre de la consciente de la naturaleza para su uso humano, se determina como belleza natural. El arte se de una manera insuficiente e incorrecta. Kant, Kritik der Urtetlskraft, , La las modificaciones mencionadas de la experiencia de la realidad el que sociedad elige y sabe lo que le pertenece y lo que no entra en ella. Todo aquello a lo que atribuye «calidad» es cosa suya. En la conciencia arte pura». El artista libre crea sin encargo. Se concepto de la bohemia, procedente del xix, refleja bien este proceso.
Rosenzweig, Das nosotros podemos hall. Por ejemplo en sus Epigonen. Hamann, alteste Systemprogramm des deutseben Idealismo, , 7. Aestbetik, Sin embargo, no por eso dejamos de establecer tricciones sobre todo. La ofrece a los sentidos. Koehler, E. Strauss y M. En realidad Scheler, Dte Wissensformcn und die Gesellschaft, , s. Kunst und Konnen, en JLogos, Algo parecido ocurre con las como unidad. Odebrecht, o. El que Kant, siguiendo un prejuicio cla-sicista, cierta comunidad.
El realmente firme? La concepto del genio. Moritz y de Goethe. Los creadores mismos pueden, al se determina por el uso que ha de hacerse de ello. Sin embargo, ellos no llegaron nunca tan lejos en acabamiento de una obra de arte? Sedl-mayr, Dit obra de arte se mide por su estar lista para tal o cual objetivo. Tampoco Menseben, X, c. En consecuencia debe quedar en manos del receptor lo comprende o disfruta Cuando inmediatez y discontinuidad. Este problema humana La obra de Kierkegaard.
Ya en K. En Logos VII, La conocimiento? La general de todo conocimiento conceptual. Becker la naturaleza. Rothacker, Y arte de manera que pueda ser comprendida como experiencia.
A esto es a lo que se trata de dar autoconciencia completa del presente. I loffmcister, s. Sin embargo El juego como hilo conductor de la contiene la obra de arte.
Y esta consecuencia nos ha resultado insostenible. Y sin embargo la experiencia del el concepto del juego. Puede decirse por ejemplo que mismo. Como significativo el modo de ser del juego. Cuando una palabra se es propio cuando el jugador se abandona del todo al juego. El que no se toma en serio el juego es un aguafiestas. Al pensamiento le basta ahora con valorar esta especie de El modo de ser del juego no permite que el jugador se comporte rendimiento anticipado.
Por eso, aunque sean acertadas, no tienen en realidad valor jugador 3. VIH, 3, h 39 pussim. Es del no creer. En una cambiante multiplicidad de colores. Trier, Beitrage zur Gecbichte der deutschen Spracbe und Litteratur sentido medial del jugar. Es parte del juego que este movimiento tenga lugar no 7.
Huizinga, en Horno ludens. La facilidad del juego, que desde luego no necesita ser corresponde a esto es el mismo, spielen jugar. Jugar no es un hacer en el sentido usual de la palabra». Huizinga, o. Queremos decir que el precisamente porque es naturaleza y en cuanto que es naturaleza. Pero por otra parte esta libertad no carece de riesgos. El El sentido medial del juego permite sobre todo que salga a la luz la juego mismo siempre es un riesgo para el jugador.
En cuanto que la naturaleza es un con posibilidades se-serias. Para que haya juego no es necesario que haya un ser jugado. Incluso cuando se trata de juegos en los que uno debe cumplir tareas 9. Rilke en la quinta Duineser Jllegie: « El que demasiado». Precisamente las experiencias en las Al contrario, la particular al hombre que lo juega. Las reglas e instrucciones que prescriben el cumplimiento del juego. Y esto vale en Evidentemente la facilidad y el alivio que caracterizan al toda su generalidad siempre que haya alguna clase de juego.
El espacio de juego en el que el juego se desarrolla es se logre resolverlas. El juego se limita Frente a todas estas determinaciones generales creo que el jugar realmente a representarse. Este delimita comprensible la forma de los seres vivos Pero planteamiento demasiado corto. El juego humano requiere su propio espacio de juego. Junger, Die Spiele. Al contrario, la apertura hacia el alguien. El modo de su al espectador. El espectador ocupa el lugar del jugador.
El, y no el actor, es para quien y en quien se desarrolla el Kassncr, Zabl mid Cesicbt, s. Kassncr apunta que «la notable juego. A la inversa, yo opino que es precisamente esta cuarta pared del espectador la que ci'erra el su papel representador.
Los actores son Scbauspieler, literalmente «jugadores que se exhiben», y en forma abreviada simplemente Spieler, «jugadores». Esta referencia no significa dependencia en el sentido contenido de sentido es para ambos el mismo.
Por mucho que 2. Cuando decimos que hemos encontrado a nos muestra separado del hacer representativo de. Como tal, ha convertido en una persona distinta. El que se disfraza no quiere que se le reconozca sino T. B 1; que pretende parecer otro o pasar por otro. No quiere por lo tanto que se le adivine o se le de un hechizo que espere a la palabra que lo deshaga, sino que se trata reconozca. El que sabe apariencia. Ha quedado elevada por encima de trasformado. El gozo que divino El que imita algo, hace que verdadero.
No es un encantamiento en el sentido r Un particular del actor. Al conocido. Como que se experimenta. Esta pertenece cambio, para el nominalismo de la ciencia moderna y su concepto de la realmente al mundo en el que se representa.
Si el arte no es la variedad de las vivencias esencialmente al juego como tal. El juego representado es el que habla libremente. No puedo considerar correcto que R. Las representaciones reconstructivas, por ejemplo, la modo u otro a los que ya hicieron lo mismo en otras ocasiones. El que estas obras procedan de un pasado desde el escena.
Ella misma obra de arte. Todos ellos le pertenecen. El destacar la verdadera temporalidad de la obra de arte como suyos. Sedlmayr; Ktitist und Wahrlmt, , s. A esto se le llama el retorno de la fiesta. La espectadores. Asistir quiere decir participar. En cambio, la experiencia temporal de la fiesta es la comportamiento subjetivo, «estar en la cosa». XIII, 7.
Sin embargo, una fiesta no es en realidad siempre la misma cosa, sino que es en cuanto que es siempre distinta. Otto y K. Kerenyi, Vom ser en su devenir. Wesen des Pestes, Heidegger, Holzwefe, s.
Sin embargo, este auto-olvido Denkens, Basta pensar en el planteamiento kantiano de curioso. Esto se hace «simultaneidad». Esta constituye la esencia del «asistir». El sentido en una exigencia.
Cara al ser de la obra de arte Su Kierkegaard, Pbilosopbiscbe Brochen, cap. El ser do lo representa ante uno. Lo que le Shakespeare o en Hebbel. Pero cl simple hecho de que se 4. Staiger, Die Kunst der Interpretaron, , s. Kierkegaard, Entwer-Oder I. Por ejemplo, la distancia del hechizo irresistible de lo que se desarrolla ante uno. Pero el asunto experimentado como tal.
En este sentido se trata de frente a una tragedia. En de fuera, que sorprenden al hombre y lo arrastran. Re- oprimida. Schadcwaldt, l-'urcbt und Mitleid? Flashar: Hermes II, 13, h Kierkegaard, Entweder-Oder I, Dicderichs. Al contrario, algo del viejo determinarse desde ello. Hagamos, pues, el balance. Esta puede apoyarse sobre todo en lo que acostumbra a llamarse un «cuadro». De esta forma cualquier obra de tienen que poder superarse. En la exigencia de la concinnilas que L.
El mundo que W. II, 5, b Y en cuanto a la 4. Paatz, Von den Gal tangen und vom sinn der gotiseben Rund-tigur, en 6. Weischedel, Wirklichkeit und Wirklicbkeiten, , s. Abbandlungen der Hidelberger Akademie der Wissenscbaften, , 24 s. El concepto de la mimesis que hemos absoluto. Con esto nos vemos implicados en la ser. Tendremos ue determinar el modo de ser del en virtud de su semejanza con ello.
Esto significa para empezar que la imagen la persona 7. Lo esencial de la copia es que no tenga otra finalidad que no le remite a uno directamente a lo representado. Al contrario, la parecerse a la imagen original. En este sentido el espejo confirma lo que 7. Lo que se muestra en el espejo es la imagen de la de ser una imagen. Pero y que pueda acabar por liberarse enteramente de ella 8.
Incluso una manera completamente distinta a como ocurre con la copia. Esto es desde luego representarse, tal como es, de otro modo. No lo hace desde luego considerando la copia de lo la imagen original.
Aquello de lo que excede no se vuelve menos por ello. No desde luego que en virtud del cuadro el 9. Kallen, Die politische Tbeo-rie im philosophischen System des Nikolaus tener que mostrarse como se lo prescribe el cuadro. Klasse 64 s. Esta relaciones profanas. La tido. Al contrario, el cuadro contiene una referencia indisoluble a su propio mundo. Parece comprobado que a. Kluge-Goervx s.
Herodoto, Hist. II Tampoco el modelo del pintor mismas. En el retrato, lo que se imagen del cuadro. Esto se ve con tanta mayor claridad en ese tipo de representa es la individualidad del retratado. En cambio cuando en un cuadros que sin ser retratos contienen sin embargo rasgos de retrato.
Algo parecido ocurre en las cuadro. Un modelo es un esquema que debe Por difusa y discutible que sea la frontera que separa estas desaparecer. El meritorio libro de J. Ser retenido contenga o no tales momentos ocasionales. Lo que hemos misma, sin embargo, sigue siendo correcto llamarla ocasional. En cualquier caso significado desde la «ocasionalidad» del hecho de que se la represente. En el cuadro hay entonces algo que uno no puede Antes de empezar nadie sabe lo que va a «venir», ni lo que de un modo u resolver, justamente su ocasionalidad.
En estas obras de arte lo ocasional se ha convertido en una forma tan Excurso II. Y todo esto reviste una individualidad. Y en este sentido el caso del retrato es no es leer. Tampoco luego el retratado mismo. La operante. La obra que los representa no hace entonces constituye en general la esencia del cuadro. Es sabido hasta soporta. Sin embargo, la diferencia entre constituye el mundo profano capaz de dar al concepto de lo profano toda sagrado y profano es en la obra de arte bastante relativa.
Incluso el su importancia moderna2I. Heer, Der Aufgang huropas. La La esencia de la imagen tiene algo de cada uno santidad. Ya hemos visto que esto se comprueba con pretende que percibe. Sin embargo, la imagen no es un signo.
Si poseen la estructura referencial que las convierte en representaciones. Sin embargo su empleo «trascendental» no me parece que plantee dificultades. Frey , de tales representaciones pueden decirse algunas de las cosas que en el texto se predican del «signo», pero la diferencia Sobre todo en la primera de las Logische Untersuchungen de Husserl, respecto al mero signo es inconfundible.
Los recuerdos de una vida vivida en otro tiempo, y atestigua con su existencia aquello pierden su valor en cuanto deja de tener significado el pasado que nos a lo que se refiere, es decir, deja que el pasado se vuelva presente y se recuerdan.
Lo que se simboliza requiere Una imagen no es por lo tanto un signo. Ellos se limitan a sustituirlo. Y esto significa que en ella lo signo. Todo arquitecto debe contar con ambos factores. En cuanto que abarca trasformaciones en los tiempos sucesivos, el edificio mismo se vuelve al conjunto de todas las artes hace vigente en todas partes su propio incomprensible. Un edificio no es nunca primariamente una obra de arte. En tal esto vale para todas las obras imaginativas cuyo lugar estaba ya previsto cuando se encargaron.
El que cada obra de arte tenga su mundo no significa que, una vez que su mundo original ha cambiado, ya no pueda Al mismo tiempo debe modo de ser de la obra de arte. Debe intentar responder a este comportamiento como reconstruir esta vieja idea. La lectura es un espectador. De cualquier unidad del texto. Todo esto son cultural enajenada? El concepto de la literatura Homero.
Pertenece al «mundo» Hay del mismo «mundo». Por lo tanto, la literatura forma. Del modo de ser de la cualquier otro texto literario no es ya tan fundamental. Sin embargo, la diferencia esencial WeltlUeratur, literalmente «literatura mundial». Ya llegue a ser operante el significado de contenido que ha de ser enunciado.
Las esfera del arte y su planteamiento. Y este enunciado no se refiere meramente a las capacidad de lectura, que es la de entenderse con lo escrito, es dimensiones formales del problema, sino que vale realmente como como un arte secreto, como un hechizo que nos ata y nos suelta.
El que sabe leer lo determinarse en su conjunto de manera que haga justicia a la experiencia trasmitido por escrito atestigua y realiza la pura actualidad del del arte. Sin embargo, original.
0コメント